Introducción: La profunda cuestión de la relación de Dios con el tiempo
Una de las cuestiones filosóficas y teológicas más intrigantes es la naturaleza de la relación de Dios con el tiempo. ¿Es Dios atemporal, existe fuera de los límites del tiempo, o Dios entra en el tiempo y lo experimenta como lo hacen los humanos? Esta pregunta profundiza en la naturaleza de la existencia de Dios y si Su interacción con el mundo creado cambia Su estado atemporal. En este artículo, exploramos este tema complejo y fascinante, basándose en las ideas del filósofo William Lane Craig, quien ha dedicado años de investigación a comprender la relación entre Dios y el tiempo.
¿Es Dios atemporal o temporal? El debate central
En el centro del debate se encuentra una pregunta fundamental: ¿Dios está fuera del tiempo o existe dentro de él? Tradicionalmente, muchos teólogos han sostenido que Dios es eterno. Este punto de vista sugiere que Dios existe más allá de las limitaciones del tiempo, sin verse afectado por el pasado, el presente o el futuro. La naturaleza eterna de Dios significa que Él no experimenta el tiempo como lo hacemos nosotros, con momentos secuenciales que fluyen uno tras otro.
Sin embargo, William Lane Craig presenta una perspectiva más matizada. Sostiene que Dios es atemporal sin creación pero se volvió temporal con la creación del universo. Según Craig, antes de la existencia del tiempo y el espacio, Dios existía en un estado atemporal. Sin embargo, una vez que se creó el universo, Dios entró en el tiempo y ha permanecido temporal desde entonces.
Esta visión es a la vez original y controvertida. Sugiere que Dios sufre una forma de cambio (al menos en su relación con el tiempo) mientras mantiene sus atributos y soberanía divinos.
La transición de Dios de la atemporalidad a la temporalidad
Uno de los aspectos más notables de la conclusión de Craig es la noción de que Dios experimenta una transición de la atemporalidad a la temporalidad. Craig sostiene que este cambio ocurrió en el momento de la creación. Antes de la creación, Dios existía eternamente, sin relación alguna con el tiempo. Pero con la creación del universo, el tiempo llegó a existir, y Dios, en Su relación con el mundo temporal, entró en el tiempo.
Surge entonces la pregunta: ¿Es esta transición irreversible? Craig cree que sí. Una vez que Dios entra en el tiempo a través de la creación, no puede regresar a un estado de atemporalidad. Esto se debe a que el tiempo, una vez que comienza, continúa indefinidamente. El conocimiento de Dios de los acontecimientos temporales y su interacción con una creación limitada en el tiempo hacen que un retorno a la eternidad sea lógicamente imposible. El tiempo, en opinión de Craig, existirá para siempre y Dios permanecerá en el tiempo junto a él.
¿Cómo podría comenzar el tiempo? El misterio de la creación
Una cuestión relacionada es cómo pudo haber comenzado el tiempo si no hubiera tiempo antes de la creación. ¿Cómo algo que no tiene existencia temporal inicia repentinamente la existencia del tiempo? Aquí es donde el pensamiento filosófico y teológico debe extenderse para dar cabida a nuevas categorías de pensamiento. Craig enfatiza que el tiempo tuvo un comienzo absoluto: un primer momento en el que surgió. No hubo un «antes» en un sentido temporal, porque el tiempo mismo no existía.
Desde la perspectiva atemporal de Dios, sostiene Craig, la decisión de crear el universo e iniciar el tiempo no fue un evento temporal. Dios no «esperó» el momento adecuado para crear, ya que la espera presupone el tiempo. En cambio, Dios, sin tiempo, creó el universo y, con él, el tiempo.
La naturaleza del conocimiento y libre albedrío de Dios
Otro aspecto fascinante de esta discusión es cómo el conocimiento y el libre albedrío de Dios operan en un estado intemporal. ¿Cómo pudo Dios, sin estar en el tiempo, decidir crear el universo? Esto plantea la pregunta de si la decisión de Dios fue tomada libremente o si siempre fue determinada. Craig explica que la decisión de Dios de crear el universo fue un acto libre. Postula que Dios tenía una determinación eterna de crear el universo, lo que significa que la decisión de Dios fue atemporal y libre de limitaciones externas.
Si bien esta decisión fue libre, no fue un proceso temporal con momentos de deliberación. En el estado eterno de Dios, Él siempre supo lo que haría y no hubo ningún período de indecisión. La omnisciencia de Dios asegura que Él siempre supo que crearía el universo, y este conocimiento no fue el resultado de ninguna previsión temporal.
El conocimiento experiencial de Dios
La visión de Craig también toca el conocimiento experiencial de Dios. Después de entrar en el tiempo a través de la creación, ¿obtuvo Dios nuevas experiencias? Esta pregunta a menudo se compara con el experimento mental que involucra a un neurocientífico daltónico que sabe todo sobre la ciencia del color pero que nunca ha visto el color. Cuando finalmente ve rojo por primera vez, ¿aprende algo nuevo? De manera similar, cuando Dios entra en el tiempo, ¿adquiere nuevo conocimiento de cómo es experimentar eventos temporales?
Craig cree que Dios no adquiere nuevos conocimientos proposicionales, ya que Dios ya conoce todas las verdades. Sin embargo, Dios puede obtener una especie de conocimiento experiencial: cómo es experimentar el tiempo. Esto no cambia la naturaleza esencial de Dios, pero sí representa un cambio en la forma en que Dios interactúa con Su creación.
Implicaciones teológicas de la relación de Dios con el tiempo
Las implicaciones teológicas de la relación de Dios con el tiempo son significativas. En la tradición cristiana, los creyentes esperan la vida eterna con Dios. Sin embargo, ¿la vida eterna significa existencia intemporal o es una experiencia temporal? Craig sostiene que incluso si Dios ahora es temporal, los humanos siguen siendo criaturas temporales. La vida eterna, como se describe en la teología cristiana, no es una existencia estática y eterna, sino más bien una experiencia dinámica y continua. Esto se alinea más con el concepto bíblico de «vida eterna» que con la idea filosófica griega de un alma eterna.
La investigación de Craig también desafía las opiniones tradicionales sobre la inmutabilidad divina. Si bien la esencia de Dios permanece sin cambios, su relación con el tiempo puede variar. Esto no disminuye Su omnipotencia, omnisciencia u omnipresencia, pero sí presenta una comprensión más compleja de cómo Dios interactúa con un mundo temporal.
Conclusión: Explorando el tiempo y la naturaleza eterna de Dios
La relación entre Dios y el tiempo es uno de los temas más profundos de la teología filosófica. La visión de William Lane Craig de que Dios es atemporal antes de la creación y temporal después ofrece una nueva perspectiva sobre cómo entendemos la eternidad divina. Destaca la profundidad tanto de la soberanía de Dios como de su conexión íntima con la creación.
El trabajo de Craig continúa provocando pensamientos y desafiando suposiciones arraigadas. Estemos o no de acuerdo con sus conclusiones, el diálogo entre Dios y el tiempo abre un rico campo de investigación tanto sobre la naturaleza de lo divino como sobre la estructura misma del tiempo.
Si esta discusión te inspira y quieres profundizar más, te invito a que veas la conversación completa: aquí.